Somos un negocio familiar con tres generaciones que nos respaldan, con años de experiencia y pasión, estamos listos para brindarte lo mejor.
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Nuestro restaurante nació allá por la última década del siglo XIX, es decir por 1890, empezó como un despacho de bebidas para dar descanso a los clientes y trabajadores de la Plaza de Abastos. Durante setenta años pasó por varias familias hasta que mi abuelo, Manuel “El Biro”, dejó el campo para comprar esta taberna.
En 1975, mis padres, Manuel “El Deli” y Pilar, tomaron el relevo y con ellos llegó la cocina casera. Empezó a funcionar la cocina con guisos caseros que cocinaba mi madre Pilar, en un pequeño salón se hacían reuniones y la barra era la reunión diaria de muchos montellaneros.
Mi vivienda estaba justo encima del bar. El bar se mantuvo igual hasta el año 1990 donde mi vivienda se transforma en lo que hoy es el restaurante y el hogar de muchas más personas (en la planta baja sigue funcionando el bar). En 2002, la última reforma convierte el bar en un restaurante y así permanece hasta el 2008, donde mis padres se jubilan y nos venden el negocio a Eugenia y a mí.
Tras unos primeros años difíciles por la crisis económica en 2014 se reconoce nuestro trabajo con la distinción “Bib Gourmand” de La Guía Michelin, esta distinción valora las buenas mesas a precios moderados y la seguimos manteniendo hoy día. En octubre de 2025 nuestro negocio cumplirá 60 años en manos de nuestra familia.
Échale un vistazo a los platos favoritos en Deli.
Disfruta de nuestros mejores platos
Arroz cremoso con perdiz y caldo.
Setas frescas salteadas con ajo y hierbas aromáticas.
Tallos silvestres crujientes, envueltos en una ligera tempura dorada.
Plato mozárabe compuesto de calabaza, verduras , garbanzos y comino
Vive la experiencia con nuestra exclusiva selección de vinos generosos de Jerez y etiquetas únicas de bodegas históricas.
Si te interesan vinos de calidad, perderte esta experiencia no es una opción.
Eugenia ha sido una cocinera autodidacta , se ha formado en el propio restaurante, en unos principios se formó al lado de David Ortiz.
El cual fue formado en la Escuela de Hostelería de Sevilla que trabajó en varios restaurante con estrella en Italia, Bélgica y España, como la Taberna del Alabardero, Malva Panna o el Cenador de Salvador.
Los platos son simplemente excelentes. Con cada bocado puedes sentir cuánto corazón y esfuerzo hay en la preparación. Es como tener un pedazo de casa en el plato. En comparación con los muchos restaurantes de alto nivel en Sevilla, que a menudo parecen sin alma, el Deli es un lugar que impresiona por su autenticidad y cordialidad.
Vivo en Suiza y sin dudarlo haría un viaje de cuatro horas en coche solo para poder comer aquí de nuevo. Cualquiera que tenga el privilegio de comer aquí debería considerarse afortunado. Espero que haya más lugares como este que den tanto amor y pasión a su hospitalidad como el Deli. ¡Una necesidad absoluta!
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Una joya de un restaurante en nuestro camino hacia el sur. En nuestro viaje por Sevilla hacia el sur, mi hermano, mi padre y yo hicimos una parada en el restaurante Deli, ¡y qué descubrimiento! Dirigido por una encantadora pareja, el Deli recibe a sus invitados en un ambiente rústico pero increíblemente cálido. El hombre guía excelentemente el servicio, mientras que su esposa hace verdaderos milagros en la cocina.